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Molestan a los ciudadanos las "Pocas y Malas" obras en Nuevo Laredo


Pasar más de 60 días sin poder estacionar los autos afuera de sus casas por alguna de las pocas, pero interminables obras, es la realidad de cientos de neolaredenses que deben soportar la lentitud de la escasa obra pública local.

Un ejemplo se encuentra en la calle Guatemala entre Constanza García y Degollado, en las colonias Viveros, Zaragoza y Guerrero, se trata de la rehabilitación pluvial que a pesar de tener más de dos meses -con varias calles cerradas-, apenas lleva la mitad de adelanto, según el reporte de avance de obras públicas en el portal del gobierno municipal.

“Tienen meses ‘trabajando’ ahí y nada más no acaban, la verdad es que se ve como que no tienen prisa en terminar”, expresó Ricardo, quien tiene su domicilio sobre la avenida 20 de Noviembre.

El portal de transparencia del gobierno municipal, contiene una serie de obras directa municipal del 2020 -148-, una gran parte se encuentra con 0 por ciento de avance.

El gobierno municipal tiene presupuestado una inversión de 382 millones 886 mil 959.93 pesos.

La lentitud de los trabajos ha imposibilitado al mismo tiempo retrasos de planes de la misma ciudadanía, pues pese al largo tiempo de ejecución, aún no hay un panorama de pronta finalización, y mientras tanto, mencionaron que tienen que arreglárselas como puedan.

“Llevamos casi dos meses, ya no vemos el día que finalicen con todo este desorden que se ve actualmente, todos los días tenemos que limpiar las banquetas para poder pasar, porque todo se llena de lodo, y se pone el piso resbaloso. Los carros los tenemos que estacionar a varias cuadras de distancia de nuestras casas, estamos imposibilitados de muchas cosas, es un caos salir de la casa y entrar porque hay que estar pendiente de no caerse ni de ensuciarse”, expresó Omar Martínez.

A su vez, esta misma problemática ha conllevado a que se generen incidentes por el mismo estado de las vías, ya que el trasladarse de un punto a otro se ha convertido en un verdadero desafío, pues incluso algunas personas de la tercera edad han optado por quedarse en casa antes de sufrir una caída, como ya ha sucedido.

“Tengo ya más de un mes dejando mi vehículo estacionado a dos cuadras de mi casa y tengo que caminar dos cuadras, me da miedo, pues yo llego a casa regularmente entre 8:00 y 9:00 de la noche; ya a esa hora está súper oscuro. No me siento segura”, comentó Gloria, residente de la calle Perú, quien vive justo frente a donde se realizan algunas reparaciones.